jueves, 16 de octubre de 2014

Amores Platónicos


¿Quién no se ha enamorado alguna vez de un imposible? Las razones para convertir a alguien en tu amor platónico pueden ser infinitas: que te rechazase en tu momento, que viva demasiado lejos para una relación, que por timidez nunca le hayas dicho que te gusta, que le prefieras como amigo, que apenas le conozcas en persona, que sea hetero... Aunque yo personalmente siempre me he preguntado ¿tan malo es realmente tener un amor platónico?


Pues mi respuesta sería que no. En realidad me parece hasta bonito el tema de conservar un amor así de puro por alguien... pero es que además tengo mis razones. La primera desde luego sería que ver desde el otro lado, el lado de la realidad, a una persona que tenemos (aunque sólo sea un poco) idealizada puede ser desastroso. Porque, no nos engañemos, si un amor se convierte en platónico es porque hay cierto grado de idealización y fantasía. Es un poco como cuando te dicen que una peli es genial y maravillosa, que luego cuando la ves lo más posible es que te decepcione. Con esto suele pasar exactamente lo mismo: que nos imaginamos las mil maravillas y las mil compenetraciones místicas y, evidentemente, hay muchas papeletas para que la realidad no tenga nada que ver.

El caso es que a mí ya me ha pasado varias veces todo esto... con chicos de los que te cruzas cada vez que sales por el ambiente o por los perfiles, por ejemplo, de esos que son superfantásticos y aun así no les dices nada nunca... Y de pronto quedáis y la cosa, ya sea como persona o sexualmente hablando acaba fatal o dejándote indiferente... No volvéis a veros y te has quedado sin mito. Llegados a un punto empiezo a pensar si no será por algún tipo de instinto extraño que podamos tener, como que intuimos de alguna manera que habría cero química y por eso mismo no llegamos a lanzarnos nunca.

Otra cosa desde luego es cuando te cruzas a alguien  con el que "os visteis tres o cuatro veces por toda la ciudad"... que aunque no sea en el Bar del Oro donde te decidas a atacar, tampoco ha dado tiempo a convertirle en amor platónico. Ahí símplemente estás buscando la excusa o el momento. Sin embargo, yo ya, si no ha habido un acercamiento desde el principio (aunque sea para rechazarme), casi prefiero dejarlo correr. Llámalo la fuerza del destino (precisamente) o llámalo instinto, pero si te gusta mucho alguien, hay que atacar. Si no lo haces corres el riesgo de ir idealizándole poco a poco, acabar convirtiéndole en un amor platónico y, bastante posiblemente, decepcionándote estrepitosamente si algún día pasase algo entre vosotros...

Así que, a fuerza de repetición, una vez he cruzado esa línea con alguien, casi prefiero quedarme con la historia maravillosa que pueda montarme en la cabeza (por muy fantástica e irreal que sea) a arriesgarme a destruirla completamente en media hora. Al fin y al cabo, de ilusión también se vive, ¿no?

Y tú, ¿has tenido muchos amores platónicos? Si alguna vez has llegado a estar con uno de ellos, ¿cómo ha ido? ¿Tan mal como a mí o has tenido más suerte?

8 comentarios:

  1. Yo siempre he sido mucho de enamorarme platónicamente. En una ocasión fue de un guardia civil que me hacía derramar litros de babas cada vez que me le cruzaba, cosa que por motivos que no vienen al caso ( no era por conducir borracha, malpensados ) pasó muchas veces durante un periodo de tiempo. Este es un ejemplo de que hay cosas que están muy bien en el terreno de la fantasía porque si me hubiese decidido a intentar llevarlas a la realidad, probablemente me habrían corrido a palos, jaja.
    Nunca he intentado resolver estos ejercicios de pasión platónica más allá del territorio mental, pero una vez que se me ha pasado el emperramiento con el chulazo de turno, siempre llego a la conclusión de que ha sido mucho más bonito y sobre todo más prudente no haberlo ni siquiera intentado.

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  2. a mi no me ha pasado hasta ahora. a lo que no le puedo poner las manos encima no me desvela. si el carnicero es guapo, pues me digo a mi mismo "que guapo" pero no me voy a quedar botando la baba. de hecho no le veo el proposito a los strippers, que ir a ver desnudarse a unos tipos y no hacerles nada es como ir a un restaurante de esos que hay en japon donde no sirven comida de verdad sino solo modelos de plastico para ver

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  3. A ver... es que para que sea platónico, ha de ser inalcanzable. Alguien a quien veo a diario no lo considero platónico. Tengo el ego tan alto que me lanzo si me apetece mucho. Si hay suerte genial y si no la hay, también, porque el no ya lo tengo si no lo intento.
    Después otra matización. Si cuando lo veo pienso en follarmelo vivo hasta que su culo se quede como si estuviese bostezando, para mi es que me pone caliente, no que es un amor platónico. Para mi, amor platónico es que pienso en abrazarlo muy fuerte, en darle besos cada cinco segundos, en salir a pasear al perro cogiditos de la mano y en dormir haciendo la cuchara y el tenedor. Y además ha de ser inalcanzable. En dos palabras: Ricky Rubio.

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  4. Yo he sido mucho de enamoramientos platónicos y en el 99% de los casos, sobre heteros. De hecho, mantengo un amor platónico por uno de mis antiguos monitores del gimnasio. Obviamente, con mis cuarenta y entiendo que es una pérdida de tiempo (es hetero y tiene novia) pero a veces es bonito pensar qué hubiese pasado si él fuese gay y nos hubiésemos gustado. Y sí, como dice Correhacialaluz, te dan ganas de pasear a la luz de la luna cogidito de la mano con el platónico, pero eso no quita para que también te apetezca que te ayude a quitar el gotelé con los pezones.

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  5. Mmmmmm.... Creo que no me ah pasado, o quizas por un cantate o actor pero amor jamas hahaha



    Saludos ^^

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  6. Antes de ir al lío, he de decir que me encanta vuestro blog,que lo llevo siguiendo desde este verano y que si no he comentado antes es porque no tenía mucho que aportar. Pero este tema ya es otra cosa.
    Si hay algo sinónimo de la adolescencia y de la revolución hormonal que ello conlleva, son los amores platónicos. Ese chico que te cruzas por los pasillos de los institutos, ese tan guapo que me mira tanto en la escuela de idiomas mientras hago como que no lo noto porque soy muy cortado, ese amigo tan mono y tan simpático... Al menos me queda el consuelo de que, a mis 16 años, muchos estamos armarizados y nadie es hetero hasta que se demuestre lo contrario. Así pasa, que nos enamoriscamos unos de otros y nadie da el paso no vaya a ser que me esté confundiendo, que sea hetero y la líe parda. Pero es que se está tan cómodo en el armario y es tan difícil dar el paso...

    PD: No sé cuántas veces he intentado enviar este comentario, pero blogspot me está dando problemas. Así que os pido perdón si recibís 5 comentarios iguales o casi.

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