Por el Poder de Tres!

FRASE DE LA SEMANA:
El porno ni se crea ni se destruye, se pasa a un amigo.

El número tres nos acompaña a lo largo de la historia como un número casi sagrado: la Trinidad, las tres gracias, los tres mosqueteros, el trío Lalalá… Yo he llegado a la conclusión de que tanto tres, tanto tres, no puede ser algo casual. Indagando y reflexionando sobre el tema he descubierto las razones por las que hay tanto grupo de tres, más concretamente, por qué hay tanto grupo de merys formado por tres miembros.

Empezaremos por una cuestión de descarte en una situación concreta: salir de fiesta:

Si el grupo es de dos personas (y creo que todos en un momento dado hemos pasado por ello), lo habitual es que se piense que esos dos amigos son pareja. Es una situación que, en principio, puede hacer gracia, pero después de ocho preguntas sobre si sois novios, tres propuestas para hacer trío y una consiguiente falta de sexo (los amigos de verdad deberían ser como hermanas, por lo de los tríos digo), uno se cansa del tema y puede agobiarse bastante. En el caso de ser cuatro o un número par mayor, lo habitual es que la gente mentalmente divida el grupo en parejas. Nosotros no solemos tener ese problema dado nuestro espíritu, que aun no está sonando una canción medio erótico-festiva y ya estamos restregándonos. A mayor número de personas con que te restriegues, menos sensación de tener pareja darás (aunque tampoco darás sensación de buscar una, eso sí). En el caso de ser cinco o un número impar mayor de cinco, pues por el culo te la ahínco.

Por otro lado está el tema de los gustos: hay que poner velitas a Judy Garland si hace falta para que en nuestro grupo cada cual tenga unos gustos diferentes. Un ejemplo? Por continuar con el método productora, digamos que una solución sería que a A le gustasen los chicos tipo Falcon, a B, los BelAmí y a C, los Raging Stallion (de donde sacaré estos ejemplos?). Sé que en cuanto a gustos nada es blanco o negro, pero mejor si a lo que tiende cada uno de los tres es diferente.

Como ya veo el percal, diré que el tercero que aparece en la foto es Joe, Joey para los amigos.
(Joey, si ves que hay otro nombre que te mola más, avisa)

En nuestro grupo (como se ve en la imagen, que a pesar de que seamos solo Tom y yo los blogueros, somos tres las merys principales), esto precisamente lo llevamos bastante bien. Cuando ocurre que conocemos a un chico (o le vemos y nos gusta, vale), indicamos a los demás ropa y coordenadas (en el ambiente es el método más efectivo para situarse) y le ven, una de las frases que más usamos es la de para ti, bien. Que nadie piense que es un insulto o un despropósito, al contrario: es lo mejor que pueden decirte. Vamos, que así el susodicho queda íntegramente a tu merced sin más competencia que el resto del ambiente (aunque esos tampoco son tus amigos y da un poco igual que se fastidien si tienen que fastidiarse) y ya puedes darte con un canto en los dientes.

Por último, y ya a un nivel más personal, lo de ser tres también es bueno en cuanto a equilibrio interno de grupo. No me refiero a que al ser tres haya un bueno, un feo y un malo (aunque igual podrían ponerse otros adjetivos en lugar de esos…). La cuestión es que, en caso de discusión, es importante un tercero más neutral que traiga la paz y la armonía de una forma ecuánime. Ejemplo:

A- Yo quiero ir a la playa!
B- Pues yo quiero ir de tiendas.
C- Y por qué no vamos a la cafetería esa a ver chicos, ahora que es verano y llevan menos ropa?
A y B- Vale!

Y el caso es que, en mi vida, casi todos los grupos en los que he estado (ya sean tres chicos, una chica y dos chicos o dos chicas y yo), casi siempre ha funcionado lo de ser tres. Incluso siendo muchos más (que aunque aquí digo que somos tres las merys solemos salir con más gente, no os penséis), acaba habiendo una especial relación entre tres. Igual es el síndrome Supernena… o el síndrome de los tres chiflados, según quiera mirarse ;P

Texto de Eric.