Microrelato · A Maricon Horror Story

Para acabar esta especie de semana especial de Halloween (que, te quiero decir, en realidad ni me va ni me viene, pero el tema terror siempre me ha gustado y me parece la excusa perfecta), he pensado que podía estar bien hacer algo diferente... como es un relato de terror (o, bueno, lo que puede llamarse terror aquí). En realidad se sale completamente de la tematica del blog, lo sé, pero como al fin y al cabo esto lo hacemos porque nos gusta escribir, me he dicho ¿y por qué no? Y si eres más tradicional y prefieres recitar pasajes de Don Juan Tenorio vestido de monja mientras limpias lápidas, perfecto, el lunes volveremos como siempre. Tampoco es ningún drama.


- Este sitio me da escalofríos...
- Sí, a mí también. Y me parece muy raro que alguien quiera montar una orgia gay en un caserón abandonado como éste.
- No seáis tontos. Tampoco es para tanto. Supongo que encontrar un sitio para montar algo así no debe ser fácil... y también que, si no es la casa de nadie, luego se ahorran limpiar todo el estropicio al dia siguiente. Además, seguro que habéis hecho cruising en sitios mucho peores.
- Hombre, sí, pero de día... aquí va a ser desnudarse y estar más pendiente de si piso una botella rota que de las pollas que haya.
- ¡Eh! ¿Habéis oido eso?
- ¿El qué?
- Sí, yo también creo que he oido algo...
- Pero ¿qué?
- Uhm... Nada, nada...  me había parecido oir unas notas de I will survie... Sería el móvil de alguien...
- Pues yo no he oido nada...
- Bueno, y esto, ¿qué era antes? ¿Un manicomio o qué?
- Creo que lo construyeron sobre el año 2016... las de la religión aquella de las Hermanas Dragqueenianas.
- Sí, pero luego en 2036, cuando los conservadores subieron al poder lo transformaron en un Centro de Heterosexualización. Aquí convertían a gays y lesbianas en heteros... bueno, les hacían una lobotomía y salían hechos unos vegetales... y, claro, después de eso, ni carne ni pescao ni ná de ná.
- ¡Oh, Dios mío! ¡Mirad! ¡Un zombie!
- No es un zombie, maricón, es un poster a tamaño real de Madonna sin maquillaje.
- ¡Uh! ¡Qué susto!
- ¡Aaaah! ¡El diablo! ¡El diablo! ¡Allí en el rincón!
- Tampoco es el diablo, es otro poster a tamaño natural. De Lady Gaga. Ésta debía ser la sala donde hacían la terapia anti-divas-gays. Dicen que te mantenían atado y amordazado con unos aparatos en los ojos que los mantenían abiertos y te obligaban a ver esos pósters durante horas con música de Shakira.
- ¡Madre mía! ¡Qué crueldad! Para eso prefiero la lobotomía.
- Así es como les convencían para hacérsela en realidad.
- Y eso, ¿qué es? ¿Otro póster a tamaño natural de Ana Botella?
- ¿Ana Botella una diva gay? ¿Pero qué...?
- ¡Se mueve!
- NO soy Ana Botella ni mucho menos. Soy el doctor Drake Ramoray, un neurocirujano de este centro que se hizo la cirujía plástica para parecerse a Ana Botella y así atormentar más aun a mis pacientes.
- ¡Eres un sádico!
- ¡Qué horror!
- ¡Eh! ¡Que no puedo mover los pies!
- Y muy pronto tampoco podrás mover nada más... ni hablar tampoco porque os he gaseado con un potente tranquilizante mientras hablábais de mariconadas. ¿Veníais buscando una orgía gay, invertidos? Pues recibiréis mucho más que eso. Os voy a heterosexualizar con una nueva técnica que he desarrollado...

Ninguno de nuestros tres mariquitas protagonistas supieron nunca cuánto tiempo habían permanecido incoscientes, pero cuando despertaron se encontraron inmovilizados en unas camillas metálicas. Estaban colocados el uno al lado del otro. Abrieron los ojos justo para ver como el cirujano travesti, de espaldas a ellos, dejaba caer la bata que llevaba puesta y se mostraba en toda su desnudez. Entonces se giró hacia ellos...
- ¿Pero qué... qué es lo que tiene entre las piernas?
- ¡Es horrible!
- Creo que voy a vomitar...
- ¡Silencio! Esto no es más que parte de la cirujía que me hice... Es un chocho modificado genéticamente con dientes y tentáculos... saqué la idea del monstruo del desierto en El retorno del Jedi - es que soy un poco friky-. Os he inyectado un compuesto químico de mi invención y ahora os violaré uno a uno para heterosexualizaros... y si no conseguís complacerme, mi amiguito de ahí abajo se dará un festín con vuestras partes y ni con hombres ni con mujeres ya. Empazaré por ti.
- ¡No, por favor... ! ¡Agh! ¡Qué asquito! ¡Qué tacto tiene!
- Ay que ver... ¿cómo narices se abre este cinturón?
- ¡Aguanta!
- Oye, ¿eso que suena no es I will survive otra vez?
- Es verdad. También puedo oirlo...
- ¿Qué? ¡Aaaaah! ¿Quienes son esas?
En ese momento aparecieron 6 drag queens envueltas en fabulosas capas cubiertas de purpurina, cada una de un color del arcoiris y con un broche dorado de mariquita en el pecho. Todo ocurrió muy rápido, pero en pocos segundos alcanzaron a la cirujana friky con sus boas de plumas derribándola y luego clavándole unos zapatos de tacón de acero en el corazón. Aunque la sangre volaba por doquier, ni una sola gota alcanzó las vestimentas o las pelucas dragqueenianas. Acto seguido comenzaron a desatar a uno de los chicos...
- Muchísimas gracias, hermanas.
- A saber qué nos hubiera pasado si no hubiérais aparecido a tiempo.
- Bueno, querido, tú puedes irte... - y lo sacaron fuera de la sala.
- ¿Cómo?
- ¿De qué estás hablando?
- Sólo os necesitamos a vosotros dos.
- Llevamos años siguiendo vuestros pasos...
- Sois los elegidos
- ¿Los elegidos? ¿Para qué?
- Hace décadas fundamos nuestra Orden para proteger el sentido común y el absurder entre los gayers del mundo...
- Y lo hicimos siguiendo las sagradas escrituras del Blog Gay Definitivo.
- Esta noche seguiremos los rituales ancestrales y Eric y Tom volverán a la vida en vuestros cuerpos.
- Y volverá a reinar el mariconerío en el mundo
- ¡Estáis todas locas!
- ¡Pa loca tú, calva!
- Preparad las lilas, el sudor de los siete vírgenes y los demás ingredientes mientras yo pongo el disco de los Village People
- ¡Nooooooooooo! Digo... ¡Mancanta!

Fin