Complementos sexuales. CUERO

Si tuviésemos que explicar todas las particularidades del cuero (en inglés leather) como fetichismo sexual yo creo que directamente podríamos escribir un blog entero. Sin embargo, como no estoy tan metido en el tema (y, sinceramente, no me apetece mucho), pienso que en una entrada sí que podemos comentar un poco lo más destacado del asunto. Porque, aunque no sea algo exclusivo del mundo homosexual (piensa por un momento en las dominatix y demás), ¿hay algo más icónico que un gay vestido de cuero? Quizás un gay vestido de Zara, pero eso si acaso otro día...


Personalmente tengo que reconocer que, aunque hemos hablado varias veces sobre complementos sexuales y normalmente no son cosas que vayan mucho conmigo, en el caso del cuero sí que me gusta... aunque posíblemente no de la forma convencional. Por lo general a la gente que le gusta el cuero es porque está metida en temas de BDSM (acrónimo mágico triple de: Bondage-Disciplina, Dominación-Sumisión, Sado-Masoquismo) o porque directamente le pone ver a un tio así... A mí la verdad es que ponerme cachondo no me pone (ni lo uno ni lo otro), pero estéticamente me encanta. De hecho es que me encanta tanto como para haberme comprado más de un trastito. Ahora, ¿yo buscar tios que follen vestidos de cuero? Nunca (no ha surgido pero tampoco lo he buscado). ¿Ponérmelo para acostarme con alguien? Eso alguna vez sí, pero más por hacer la gracia creo yo...

El caso es que para muchos otros no es que sea un mundo, es que directamente es todo un universo. Por ejemplo, tiene bandera propia. Así como la bandera LGTB es un arcoiris de 6 colores, la leather son 9 franjas alternando azul y negro con una central en blanco y un corazón rojo en la esquina superior izquierda. También, por otro lado, hay que decir que tienen cierta repercusión los concursos de Mister Leather. Quizás te suenen más los de Mr Bear o Mr Gay a secas, pero lo cierto es que la cultura del cuero es anterior (no a los gays, a los osos, claro).

Haciendo un poco de historia, resulta que todo esto de los leather surgió (no te lo pierdas) a finales de los años 40 (en Estados Unidos, claro) a partir de la subcultura militar de la 2ª Guerra Mundial en los bares de moteros... mientras que lo Bear no despegaría como tal hasta los 80 y a raiz de estos. ¿Bares de moteros gays ya en los 40? Pues aunque suene marciano sí, así es. Y de bar en bar y tiro porque me toca, el código de pañuelos gay del que hablamos hace poco (y que aun hoy se mantiene algunas cosas), toda la iconografía de Tom of Finland, la peli Querelle de RW Fassbinder, el de los Village People o gigas y gigas de porno gay hasta donde alcanza la vista (y el brazo). Por nombrar algunas referencias.

En cuanto a prendas de ropa y complementos, lo cierto es que podemos encontrar desde corbatas a camisas (sí, sí, camisas), pantalones, muñequeras, brazaletes (para el bicep), chalecos (que son muy icónicos también)... prácticamente de todo. Sin embargo, en cuanto a vocabulario básico hay un par de cosas que a veces he ido a nombrarlas con gente y me han puesto una cara de besugo fumado que ni te cuento, así que por si acaso las repasamos:

Arnés.

Como muestra la foto son esas tiras de cuero que se cruzan en pecho y espalda. Como haber, hay de muchos tipos: el típico en forma de X, en forma más de H, del tipo gladiador, algunas con tiras que bajan hasta un cock-ring. La pregunta del millón: y eso, ¿para qué sirve? Bueno, a parte de por estética (por supuesto), ¿has oido alguna vez eso de "me gustan los chicos grandes, así con michelines, pare tener de donde agarrar"? Pues ahí tienes un asa sin riesgo de diabetes. Tal cual.

Chaps

Los chaps son esos pantalones que enseñan el culo, en pocas palabras. Claro, que siempre puedes ponerte debajo unos gayumbos de cuero, un suspensorio o unos vaqueros de toda la vida. Cada uno con sus pudores o falta de ellos... ¿Cual es el problema de todo esto? Pues que o tienes un buen culo o quedan fatal (pero fatal fatal). Y lo sé porque una vez, con unos amigos muy dados a estas cosas, me probé unos y daba penita. Mi culo de versátil (aunque no sea yo nada de eso) no está hecho para tanta historia.

Gorra de plato

Esto que igual no te dice nada es la forma correcta de llamar a las típicas gorras de policía o militar versión de gala. Formas también hay para aburrir: con cadenas, sin cadenas, con más visera, con menos... Yo debo confesar que siempre he querido una... pero claro, al precio que salen para igual llevarla un rato (que quizás no es la gorra más adecuada para hacer excuriones por la montaña), pues... mejor no.

Porque al final es lo que pasa con todo este tema del cuero, que si no vives en una ciudad más o menos grande con cierto ambiente leather, o te pone muchísimo y siempre que te acuestas con alguien te engalanas completamente, o es que te lo vas a poner dos veces. Y con lo que cuesta, dejarte medio sueldo en unos chaps, unos pantalones o un chaleco (por muy monísimo que te quede) puede ser un poco demasié. Aunque esto es como todo... yo te digo que tengo un par de cosas (un brazalete y un arnés concretamente) y no me arrepiento en absoluto del gasto. Porque, oye, igual los demás no pensaban igual, pero yo me veia tremendo y disfruté un montón. Y no podía morirme sin haber ido de esa guisa. Lo demás, a mí por lo menos me sobra.

Y a ti, ¿qué te parece todo este asunto del leather? ¿Te llama la atención o te deja completamente frio? ¿Guardas en algún escondite algún trastito de estos? ¿Te has topado con un verdadero fetichista del cuero?

Foto cabecera: Sly Hands