TEST - ¿Vas de diva por la vida?

¿Las Divas nacen o se hacen? ¿Se puede ir de diva pero en realidad no serlo? De nuevo en el blog sacamos nuestra vena más Cosmopolitan/SuperPop preparándote un fabuloso TEST. En esta ocasión ponemos a prueba tu divinidad con 10 sencillas preguntas. Ponte la corona, saca toda tu sinceridad y comprueba de una vez por todas si simplemente vas de diva por la vida o eres una verdadera Diva (con todas las letras y así, en mayúsculas):

Atención

Dada la programación que contiene esta entrada, sólo funcionará correctamente en la versión de ordenador. Ni en la de móvil, ni a través de lectores de feeds, etc. Lamentamos las molestias.

1. Estás en la discoteca, intentas entrarle a un chico y él te rechaza, tú...

Le apunto en mi lista negra para ponerle cara de asco cada vez que me lo cruce.
Insisto. Posiblemente no se haya fijado bien en el pedazo de tio que tiene delante.
¡Habrase visto! Le dedico una mirada fulminante y me vuelvo con mis amigos.
Yo es que no le entro a nadie. Si quieren ligar conmigo ya se acercarán ellos.

2. En las redes sociales (tipo Twitter, Instagram, etc.), ¿tienes más seguidores o seguidos?

La cosa está bastante equilibrada. El número de seguidores y seguidos es más o menos el mismo.
Tengo bastantes más seguidores que gente a la que yo sigo
Sigo a mucha más gente de la que me sigue a mí.
No utilizo ninguna de esas redes sociales.

3. Cuando estás en pareja, ¿prefieres ser el guapo o el simpático?

El guapo siempre. A mí que no me eclipsen.
El simpático sin duda. Quiero al lado a un buenorro.
Posiblemente yo sería el guapo y además el simpático... pero igualmente querría a mi novio
Yo con encontrar pareja ya tendría suficiente.

4. ¿Alguna vez has estado chateando con alguien más feo que tú sólo para que te subiera el ánimo?

Alguna vez... De vez en cuando está bien que te digan lo maravilloso que eres.
Siempre suelo tener a mano algún fan... pero, oye, les doy conversación ¿que no es suficiente?
Nunca, la verdad. Si no están a mi altura paso de perder el tiempo.

5. ¿Crees que alguno de tus amigos está secretamente enamorado de ti?

Sin ninguna duda. Me lo han confesado ya un par de ellos.
No me han dicho nada, pero creo que si me lanzara ninguno me haría la cobra.
Yo es que no tengo amigos porque me acabo acostando con todos... así que supongo que sí, todos.
Si le gusto a alguno no me he fijado (porque son feos... como deben ser los amigos, vamos).
Suelo ser yo el que siempre se acaba enamorando de un amigo. De mí, nunca (o casi nunca).

6. Si descubres a alguien poniéndote verde por internet, ¿cómo reaccionas?

Averiguaría porqué me critica e intentaría solucionarlo hablando con la persona en cuestión.
¡Qué pesadilla de haters! Ahora, el que se atreva conmigo que se prepare para el infierno que le espera.
Imagino que mis fans saldrían en mi defensa. Son tan monos...
Yo no me altero. Le bloqueo reportándole a la web y ya está.

7. Y ahora el caso contrario: ¿si alguien te dice algo bonito por internet?

Le respondo con algún chiste, haciendo notar que le quito importancia.
Le doy las gracias y si está bueno posiblemente también le mande un privado.
Le doy las gracias mientras me ruborizo un poquito al leerlo.
Sonrio al leerlo y le doy a me gusta.
Posiblemente no haría nada. Suelo tener tantas notificaciones que ni me daría cuenta.

8. El plan perfecto para un viernes por la noche sería...

Salir con mis amigos al cine, a tomar algo... Me gusta ver gente y sobretodo que me vean.
Quedar con uno para follar. Más vale pájaro en mano... que ciento mirando.
Quedar con mis amigos en casa de alguien en plan cenita, peli... algo tranquilo e íntimo.
Pues casi que quedarme en casa tranquilamente... Siempre me proponen cosas y apenas tengo tiempo para descansar.
Quedarme en casa descansando. El día que más gente sale siempre es el sábado, evidentemente. ¿Para qué querría salir un viernes si no hay nadie?

9. Estás de fiesta y te gusta un chico, tú...

Me acerco e intento sacarle conversación. No me corto un pelo.
Me paso la noche mirándole fijamente esperando que se dé cuenta y venga a decirme algo.
Me aseguro de que se fija en mí y luego ya sigo a la mia con mis amigos... si no se acerca es que no valía la pena.
Revoloteo a su alrededor hasta que me diga algo o se vaya. Lo que ocurra antes.
Cuando salgo de fiesta no suelo fijarme en la gente. Si alguien quiere algo ya se acercará.

10. De pronto encuentras novio...

¡Los milagros existen! Me voy corriendo a comprar perdices para vivir felices. Ahí os quedáis, pringaos.
Lo publico en cada esquina de internet. ¡Que mueran de envidia los haters!
Lo disfruto en el día a día pero no lo publicito mucho... no quiero partirle el corazón a mis admiradores.
Cuando me enamoro, me enamoro. No podría evitar hablar de él continuamente.
Dejaría claro que (los dos) estamos fuera del mercado, pero no le daría mayor importancia.

Tú... eres bastante Antidiva

Querido, no me voy a andar con rodeos: deberías ser muchísimo más diva... urgentemente además. Una cosa es ser majete, educado o emocional y otra muy distinta rozar la invisibilidad. Lo de diva así de pronto puede sonarte un poco negativo (y en exceso quizás lo sea), pero diva también significa tener la autoestima muy bien puesta y vivir más allá del bien y del mal y de lo que puedan pensar de ti los demás. En ese aspecto, sopesando las posibles respuestas que deberías haber elegido para llegar aquí, posiblemente te falte reforzar todo esto del amor propio.

Ahora, ¿cómo haces esto? Pues una buena idea para empezar es que te pongas como una loca a leer entradas de este blog como si no hubiera mañana. Otra opción es que nos sigas vía facebook, twitter, feedly o como más rabia te dé para mantenerte al tanto de todo. Porque las Divas nacen (te lo digo yo por experiencia propia), pero también se pueden hacer. Todo es ponerse.

Eres un Proyecto de Diva

Desde luego que tienes potencial para alcanzar la divinidad y de vez en cuando tienes tus destellos... pero todavía te queda un largo camino por recorrer hasta llegar a ser una verdadera Diva. Porque una Diva en condiciones en realidad debe estar por encima del bien y del mal y no le deben afectar ni las críticas ni los piropos, porque tiene la autoestima tan bien puesta que únicamente su opinión de sí misma es la que le cuenta. El resto es completamente accesorio. Claro, es que hay una diferencia importante entre ir de diva y realmente ser una diva.

Ahora, ¿qué puedes hacer para mejorar? Pues una buena idea para empezar es que te pongas como una loca a leer entradas de este blog como si no hubiera mañana. Otra opción es que nos sigas vía facebook, twitter, feedly o como más rabia te dé para mantenerte al tanto de todo. Porque las Divas nacen (te lo digo yo por experiencia propia), pero también se pueden hacer. Y a ti, aunque te queda camino, lo cierto es que apuntas maneras. Todo es trabajárselo un poco.

Efectivamente, vas de Diva por la vida

...pero todavía no has alcanzado el esplendor máximo de las Verdaderas Divas. Vas por buen camino, desde luego, pero te falta ese puntito de estar por encima del bien y del mal y no necesitar siquiera que te digan que eres maravilloso porque de sobra sabes que lo eres. El arma definitiva de toda auténtica Diva es sin duda una autoestima a prueba de bombas... y ni siquiera hace cosas para que la envidien porque sin proponérselo genera amores y dramas allá donde pisa. Y es que hay una diferencia importante entre ir de diva y realmente ser una Diva. Tú actúas como tal pero está claro que te queda trabajo.

Ahora, ¿cómo consigues la Verdadera Divinidad? Pues una buena idea para empezar es que te pongas como una loca a leer entradas de este blog como si no hubiera mañana. Otra opción es que nos sigas vía facebook, twitter, feedly o como más rabia te dé para mantenerte al tanto de todo. Porque las Divas de verdad nacen (te lo digo yo por experiencia propia), pero también se pueden hacer. Y tú lo cierto es que estás cerca de conseguirlo. Sólo tienes que trabajártelo un poquito más.

¡Enhorabuena! ¡Eres la Reina de las Divas!

Que se aparten Kylie, Madonna y Gaga... espera, ¿qué digo? Que se aparte la mismísima Cher si hace falta porque contigo llega la Reina de las Divas. Tú sabes perfectamente que una verdadera Diva no necesita hacer nada para que la envidien (porque su sola presencia es más que suficiente para eso) y que jamás la verás partirse una uña emocionalmente hablando porque está por encima del bien y del mal. Hay una diferencia importante entre ir de diva y realmente ser una Diva. Y tú, querido, la conoces de sobra.

¡Larga vida a la Reina de las Divas!

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