Sugar daddies

Frase de la semana:
Dios tuvo que crear la música disco para que yo naciera y tuviera éxito (Donna Summer)

Dentro del mundillo de razas que pululan por el universo gay, existe una que me llama bastante la atención. Se trata de ese tipo de abueletes que intentan conquistar a jóvenes efebos con dinero, cenas en restaurantes caros y regalitos de los que no te traen los reyes, pero que te encantaría que te trajeran. Según la wikipedia inglesa, se llaman "Sugar Daddies".

Que conste que yo no tengo nada en contra de aquellos que se gustan aunq se lleven más años q tiempo le cueste a Eric decidir que complementos se tiene que poner. El tema es el recurso utilizado, las "armas de seducción". Si tu único encanto es la pasta que tienes piensa que vas a follar lo justo...

Y esto me lleva a una experiencia que tuve en un viaje loco por las islas griegas. En mi vida me habia cruzado con un Sugar Daddie hasta que llegué allí. Un día que entre copa y resaca decidí hacer un tour por algún lugar q tuviera un poco de culturilla, por aquello de sacar fotos y enseñarlas en casa, vi a un megachoto maravilloso. Supuse que todavía no me había despertado de la noche anterior, así que me restregué bien los ojos, pero allí estaba, el supermegachoto, además no había ningún otro megachoto en kilómetros a la redonda. Esto último me sorprendió, puesto que era de la raza musculoca y estas no suelen ir solas ni al water (ya hablaremos de ellas otro día). En fin, que de repente lo veo hablando con un abuelo, con lo que imaginé q sería algún familiar y q lo acompañaba a la excursión.

Total, que me subo en el tren que nos lleva al lugar y el abuelo empieza a darme cancha. Que si era español, que si la isla estaba llena de maricones, que si el megachoto era su pareja y que llevaban 10 años juntos....ahi ya empezó todo a descuadrar. Luego hay un breve paréntesis que no voy a contar, lleno de líquido blanco y espeso.

No entendía mucho de que va el tema, pero los dos eran muy simpáticos y el abuelete empezó a invitarme a comer, a usar el jacuzzi del hotel. Claro, uno no es de piedra, y me tuve que dejar agasajar. El caso es que el mega choto lo veía como a sus anchas, demasiado a sus anchas, como que había otros chotos cerca y les miraba con ganas de marcha. Yo flipaba, no por la situación, cosas más raras me han pasado, pero ver al abuelete como veía también el tema y no decía nada... incluso se piraba a la habitación para que el megachoto hiciera lo que le daba la gana (follarse al super chulazo con el que estaba ligando). En fin que visto el panorama yo puse pies en polvorosa enrollándome con el primero que encontré, que tampoco estaba mal, por cierto.

Esta ha sido mi primera y ultima experiencia con esta raza. Supongo que existirán otras modalidades de Sugar Daddie, pero vamos, esta era de lo más patética que recuerdo. Tener a un megachoto al que le pagas todo, pase, pero por lo menos q se eche unos casquetes contigo y no pase de ti a la primera de cambio. En fin, que cada uno se conforma en la vida con lo que le apetece.

Alguno habéis vivido una experiencia parecida? Estaríais dispuestos a arrejuntaros con un abuelete por la pasta, incluso sin follar con él??